Muchas personas han tenido la posibilidad de comprar una segunda casa para vacaciones en otro municipio o lejos de su vivienda habitual, por lo que no está ocupada todo el tiempo; este tipo de casa puede resultar tentadora para personas sin hogar que pueden entrar ilegalmente al inmueble y ocuparlo, convirtiéndose en un problema legal para el propietario que después de trabajar duro para tener una segunda vivienda, es invadida por los okupas para tratar de habitarla. Para evitar pasar momentos molestos de tensión y juicios de desalojo lo más conveniente es buscar buenos sistemas de protección como las Alarmas anti okupas y cámaras de vigilancia, para así resguardar los bienes y que en el momento en que suceda una irrupción en el inmueble se reciba una notificación de inmediato y así poder acudir lo más pronto posible y llamar a las autorizados si se cree conveniente, ya que es importante actuar en las primeras 24 horas para desalojarlos de nuestra propiedad y que las fuerzas del orden puedan actuar libremente.