Todas las personas vivimos un proceso constante, el cuál es muy sencillo de deducir y es el siguiente; nacer, crecer, reproducirnos, envejecer y fallecer. Así pues, aunque suene una descripción muy general de la vida de los seres humanos, es realmente la forma en cómo se caracteriza la vida de muchos.

El hecho de ir creciendo puede significar muchas etapas de nuestras vidas que tendrán un impacto fundamental en nuestra adultez, ya que de niño es el momento donde más información absorbemos de las personas mayores. En nuestra adolescencia empezamos a experimentar muchos cambios significativos en nuestro cuerpo, en nuestra forma de crecer, en nuestra manera de pensar, empezamos a inclinar nuestros gustos por las cosas de una forma verídica y real, sin dejarnos llevar por algún tipo de orientación impuesta por nuestros padres o algún familiar a cargo.

Cuando somos adultos lo ideal y lógico es que a través de La Historia de nuestros padres podamos establecernos mejor en un futuro con todas las comodidades.